Hace un par de años la oficina de Antón García Abril, Ensamble Studio, recibió el encargo de construir un pabellón de invitados como complemento a una casa en la costa gallega de Laxe. Un pequeño edificio para ser usado en estos días de vacaciones, en los que el contacto con el mar y la naturaleza es tan apreciado.
Ocuparía un espacio del pequeño pero impresionante bosque sobre el atlántico, que rodea la casa existente, con lo que esto conllevaría de maltrato a la parcela y a las vistas de la casa actual. La primera tentación sería la de realizar una pieza camuflada, que imite la naturaleza, y que así no moleste y pase desapercibida. Pero, ¿Por que no construir una pieza no camuflada, sino que fuese natural en su propia esencia?
Ocuparía un espacio del pequeño pero impresionante bosque sobre el atlántico, que rodea la casa existente, con lo que esto conllevaría de maltrato a la parcela y a las vistas de la casa actual. La primera tentación sería la de realizar una pieza camuflada, que imite la naturaleza, y que así no moleste y pase desapercibida. Pero, ¿Por que no construir una pieza no camuflada, sino que fuese natural en su propia esencia?
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(articulo de este blog)
Ensamble estudio los arquitectos.
Me interesa el proyecto por dos aspectos:
1- El proceso constructivo cambia. El espacio que queremos conseguir deja de ser vacio para pasar a ser lleno. Suena paradojico ya que primero se llena el espacio vacío que queremos conseguir, el lleno da forma al vacío.
Normalmente se delimita un espacio vacio con elementos solidos( el solido delimitador da forma al espacio )
y se consiguen unas formas mas controladas por nosotros. Pero en este caso el espacio es el que da forma al elemento que lo va a delimitar, creando unas formas mas incontroladas dentro de unos parametros que si controlamos.
2- El edificio adquiere una piel muy similar a una piedra natural, podriamos estar pasendo y no saber si ese volumen es obra de la naturaleza o del hombre.
*Otro ejemplo con un proceso constructivo similar es la capilla Bruder Klaus Field en Mechernich ( Alemania), de Peter Zumthor.
Podría decirse que los aspectos más interesantes de la iglesia se encuentran en los métodos de construcción. Se comienza por realizar una choza con 112 troncos de árboles y, sobre la terminación de la estructura, se vierten capas de hormigón. Una vez realizadas las capas, la estructura de madera se incendia dejando una cavidad hueca ennegrecida y de paredes carbonizadas.
